lunes, 20 de abril de 2015

¿A QUÉ LE TIRAS CUANDO DIBUJAS, MEXICANO?

por Juan Tovar

¿A qué le tiras cuando dibujas, Mexicano?
Salía de clases en uno de aquellos juebebes donde pensaba que habría todo menos el «bebes». Y al llegar al pasillo principal de Casa Lamm me encontré con la exposición del periódico La Jornada, que rendía tributo a los caricaturistas Bulmaro Castellanos (Magú), Gonzalo Rocha (Rocha), Manuel López Ahumada (Ahumada), Antonio Helguera (Helguera), José Hernández (Hernández) y Rafael Barajas (El Fisgón), para ese momento la copa de vino que me ofrecía el mesero pasaba a segundo plano (aunque admito que no la pude rechazar), esto debido a que El Fisgón estaba presente; al platicar con él, le contaba acerca de la exposición de Andrés Audiffred, dispuesta en el Museo del Estanquillo, rápidamente me dijo que él fue el curador, en ese instante me invadió una duda, una inquietud, no la pude definir sino hasta después… Audiffred es uno de los pilares de la caricatura costumbrista mexicana, su sagaz visión supo reflejar los estereotipos de “lo mexicano” en la época posrevolucionaria. En cada una de sus caricaturas prevalece una estética precisa, de colores vivaces; hay un espíritu exacerbado del relajo y una postura crítica ante la realidad de su época: están las potentes ilustraciones de la segunda guerra mundial, las sátiras a los políticos, la visión de lo que sucede después de la fiesta, entre muchas otras.




 El Fisgón me dijo: “lamentablemente Audiffred ha quedado en el olvido”, y es a partir de ese comentario que nació la pregunta: ¿Qué puedo hacer para ayudar a reivindicar la obra de este gran caricaturista?  Entonces imprimí algunas ilustraciones de Andrés para llevarlas, una vez más, a su destino originario: la calle. Fue en el centro histórico, donde me le mostré a la gente las caricaturas de Audiffred, con  el propósito de observar su reacción al apreciarlas; claro que les enseñé lo que, según mi perspectiva, podríamos considerar lo más icónico o fácilmente reconocible de sus dibujos. La reacción estuvo dividida, en general la gente de más de cincuenta años reconoció bastantes caricaturas, ubicando, en algunos casos, al autor; pero los jóvenes, en su mayoría, no las ubicaban o las reconocían sin referencia al autor. Es así que en el intento de llevar al asfalto el trabajo de un gran artista, ratifiqué algo elemental para la supervivencia de  la cultura y el arte, éstos los rescriben las sociedades. Está en nuestras manos trasmitir a otras generaciones la obra de personas como Audiffred, pionero de la caricatura en México. La cultura no se aprende, se hace, se dibuja con el día a día, con la conciencia en cada trazo ¿Y tú, a qué le tiras cuando dibujas tu vida, mexicano?




No hay comentarios:

Publicar un comentario