Organización interna militar
por Juan Rivera
Pudiéramos
encontrar el origen bélico en México desde los tiempos inmemoriales en que
tribus prehispánicas peleaban fronteras que ya no existen. Unos se inclinan a
considerar el del tlatoani Cuauhtémoc el genuino ejército primero; otros, el
Trigarante, que en 1821, bajo el mando de Iturbide, declaró el triunfo de la
Independencia; y unos más optan por el revolucionario, que quitó del poder al
dictador Díaz y conformó el origen del Ejército Nacional de hoy. Sea como sea,
algo permanece indiscutible: fueron todas tropas de honra.
Las huestes mexicas antes de ser
conquistadas le provocaron a Cortés su Noche Triste; en 1862, bajo el liderazgo
de Ignacio Zaragoza, el Ejército Mexicano sometió a la potencia más fuerte del
mundo de ese entonces: Francia; el villista es hasta la fecha el único ejército
que ha invadido a Estados Unidos; Francisco I. Madero fue el primer presidente
en realizar un vuelo sobre un avión. Aunque al cabo de un tiempo, un ejército
sea vencido, si conoció la honra alguna vez, honroso por siempre habrá de
permanecer.
Para
entender de la milicia en México, se tiene que entender la siguiente jerarquía:
hay dos secretarías de Estado encargadas de la seguridad nacional, la de Marina
y la de la Defensa Nacional (SEDENA). Esta última abarca dos grandes potencias:
el Ejército Nacional y la Fuerza Aérea. Muchas personas se refieren a cualquier
cuerpo militar como ‘ejército’, pero desconocen que en sobre el país operan
estas diversas organizaciones.
Con
180 mil reclutas a su disposición, el Ejército Nacional ha desarrollado una
civilización tan completa como la que defiende. Su estructura interna posee una
veintena de áreas de especialización, dentro de un espectro tan amplio que va
desde ‘Veterinaria y remonta’ hasta ‘Arma blindada’.
Una
de las áreas más nuevas dentro de la organización militar es la de ‘Igualdad de
género’, que se ocupa del justo balance en los derechos de hombres y mujeres.
Del total de las tropas, el 7% son mujeres y las estadísticas vaticinan que el
porcentaje crecerá en los próximos años.
La
escala jerárquica la componen dieciséis estratos, de los que el más bajo es el
soldado y el más alto el General Secretario de la Defensa Nacional; aunque
puede sonar como una gradación no ardua de escalar, hay quienes a lo largo de
su servicio no avanzan siquiera un escalón.
“Me
enrolé a los veinte años de edad”, comenta el Sargento Segundo Villanueva, “y
después de quince años de servicio, no me imagino mi vida de otra manera”.
Quien
forma parte del Ejército Nacional tiene derechos a una variedad de
prestaciones: servicio médico personal y extendido a derechohabientes, haber
mensual, primas vacacionales, fondo de ahorros, seguro de vida, periodos
vacacionales, pensión, becas universitarias (tanto para sí mismo como para
hijos), casa hogar para retirados mayores de 60 años, compensación de fin de
año, entre otras.
“Aunque
no hemos estado en guerra con otra nación estos años”, comenta el Sargento
Segundo Villanueva, “no significa que no estamos en acción. Nuestra guerra es
dentro de México”.
Las
utilidades del Ejército han sido gravemente cuestionadas en los pasados años.
No debemos olvidar la serie de gobernantes con formación militar que lideraron
a México, desde Iturbide hasta Lázaro Cárdenas, en 1940. La operación política,
más que la de protección, ha prevalecido en las tropas hasta nuestros tiempos. El
hecho de que la Constitución avale la comandancia suprema del presidente de
México sobre las Fuerzas Armadas, pone en una situación incómoda la etiqueta de
democracia que nos colocamos como república.
Dos
casos en que el Ejército Mexicano cumplió deberes políticos en vez de soberanos
son la matanza estudiantil del 2 de octubre de 1968 y la reacción militar en
contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). En un caso,
callaron las voces de estudiantes a balazos; en el otro, la de lacandones.
En
tiempos más actuales, la guerra contra el narcotráfico inaugurada durante la
presidencia de Felipe Calderón ha sido objeto de múltiples debates de conducta
militar.
En 2015 se
cumplen 100 años de la fundación de la Fuerza Aérea y 102 del Ejército
Nacional. El servicio militar sigue siendo obligatorio y desde hace diez años
las mujeres pueden realizarlo también. La lucha contra el crimen organizado
está a cargo principalmente del Ejército y, a pesar de las miles de muertes
colaterales, los resultados se traducen en líderes de renombre encarcelados.
Sin embargo, ¿por qué es que la presencia militar en ciudades inspira miedo y
no confianza? Quizá el primer paso hacia la seguridad sea conocer la
institución.
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